Me parece que no hay mejor satisfacción que desarrollar la capacidad de reírse de uno mismo, lo considero un sano ejercicio de humildad para fomentar la liberación de una buena dosis de neuro hormonas positivas.
Desde las canciones de LMFAO, pasando por la de PSY, me parece que se ha fomentado una cultura en la que perder el estilo, ser genuino y disfrutar son la nueva tendencia. Considero que existe buen aprendizaje antropológico de lo que podemos disfrutar bajo el “Harlem Shake”.
1. Influir o ser influenciado
En lo personal me encanta la versión del bombero que muestra claramente que uno disfruta independientemente de su entorno, él simplemente mantiene su actitud hasta el punto de contagiar a los demás. Piensalo, es más cómodo ser influenciado que ser perseverante e influir en los demás.
2. Disfrutar de la vida es una decisión interna no consecuencia de circunstancias
La versión de los soldados, todos alineados al “deber ser” y sólo uno se atreve a fomentar dentro de un contexto totalmente controlado el disfrutar hasta el punto de cambiar su entorno. Cuánto podríamos mejorar nuestro ambiente laboral o familiar por el simple hecho de no ser reactivos a los demás. Cuánta energía gastamos quejandonos de nuestro entorno en vez de definirlo.
3. La fiesta se lleva por dentro
La versión del padre con su hijo donde la expresión del padre es un excelente reflejo de cuántas fuentes de inspiración, simplicidad tenermos a la mano para “simplemente ser felices”. Esto es llamado a ser menos sofisticados.