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Por Everth Hernández, director general de Aruba México, una empresa de Hewlett Packard Enterprise

 

Hoy día, las redes de los gobiernos del mundo están más vigiladas que nunca. Por un lado, hay grupos criminales buscando robar información crítica u otros datos de valor (números de seguro social, investigaciones clasificadas, registros de atención médica, información de tácticas militares, etc.).

La actual crisis de salud complica las cosas. De acuerdo con un estudio de KPMG[1], en esta época de pandemia la seguridad cibernética ocupa la posición No. 1 entre las principales carencias que más preocupan a los CIOs de gobierno en materia de habilidades requeridas. El 92% experimentaron un incremento en ataques de phishing, y el 75% vieron que el malware creció. Además, el 39% reportaron incidentes adicionales debido al esquema de trabajo remoto que fue necesario implementar.

Por otro lado, los CIOs federales requieren continuar modernizando sus sistemas de TI para aumentar la eficiencia y mejorar tanto la operación y procesos internos, como los servicios de cara a la población.

La desafiante época que estamos viviendo ha redescubierto a los profesionales de TI del gobierno como habilitadores de misiones. En este escenario adverso, sin duda requieren seguir apostando por la innovación digital con una seguridad reforzada. En Aruba detectamos 4 aspectos que deben ser imperdibles al diseñar la estrategia:

 

  1. Una mentalidad centrada en el borde, habilitada por la nube y basada en datos será lo que impulse la innovación. Sea para respaldar los objetivos de las misiones o para mejorar los servicios que las integran, la innovación digital adopta diversas formas. Para muchas iniciativas, el éxito se basa en cambiar hacia una visión donde los protagonistas sean los datos, la nube y el borde, todos por igual.

 

El año pasado, el cambio obligado hacia el trabajo remoto fue la pauta para que se adoptara un enfoque centrado en el borde, puesto que los departamentos de TI conectaron a su personal remoto en un ambiente altamente descentralizado. Y no es difícil adivinar que este nuevo modelo de trabajo a distancia continuará incrementándose, y traerá consigo innovación en múltiples niveles.

 

  1. La nube híbrida no es un trampolín, sino el objetivo final. Muchos gobiernos federales llevan bastante tiempo encaminándose hacia la nube, ya que es la vía más rápida de racionalizar y modernizar las aplicaciones.

 

La adopción de la nube sigue creciendo: además de las aplicaciones y el cómputo, abarca también a las redes, pues cuando están administradas en la nube, las redes simplifican las operaciones y aumentan la agilidad. Sin embargo, los centros de datos privados siguen siendo esenciales por motivos de latencia, seguridad y cumplimiento de datos. Como pasa en los negocios, las dependencias tienen cada vez más claro que el modelo de nube híbrida y múltiple, que combina lo mejor de dos mundos, tanto a nivel estratégico como económico, será lo que predomine.

 

  1. El borde inteligente apoyará los nuevos objetivos de la misión. La pandemia subrayó la necesidad de agilidad en este mundo dinámico e impredecible de la actualidad. La innovación radica en cómo el personal y los dispositivos de IoT están conectados, y cómo los datos generados en el borde de la red pueden respaldar los resultados de la misión. Con el borde inteligente, las áreas de TI brindan un soporte más completo a los empleados remotos y crean las capacidades que permitan regresar seguros al lugar de trabajo y ejecutar los objetivos para la misión.

 

Se están generando cantidades impresionantes de datos en las oficinas y otras bases de operación, y las plataformas Edge-to-Cloud pueden proteger, analizar y actuar sobre ellos para respaldar de forma única los objetivos de la misión. El borde inteligente y la innovación resultante se habilitarán mediante 5G, para admitir aplicaciones de uso intensivo de datos, como el análisis de video.

 

  1. La seguridad de confianza cero (Zero-trust) sigue siendo una prioridad. El trabajo remoto y el cómputo distribuido han demostrado ser exitosos para muchas funciones laborales, y el trabajo desde casa continuará en el futuro. Esto requiere un enfoque aún mayor en la seguridad zero-trust. Dado que los ciberataques patrocinados por el estado están en su punto más alto, es imperativo proteger a los usuarios, dispositivos y datos, dondequiera que se encuentren.

 

Los departamentos de TI necesitan visibilidad y control completos de sus redes. Es un hecho que entre los objetivos de TI está acelerar las medidas de seguridad, incluidos fuertes controles de acceso, ciberseguridad impulsada por inteligencia artificial (IA) y modernización de la red, así como segmentación adicional para proteger datos de alto valor. Las redes modernas definidas por software facilitarán la adaptación a estos requisitos.

[1] “Federal Government CIO priorities in the new reality”, KPMG.

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