Con la nueva era y geopolítica mundial, la tendencia en turismo se inclina hacia los Destinos Responsivos.
Cuando se trata de administrar un Destino Turístico, surgen interrogantes como: ¿Cuál es el mejor modelo de gestión de destino?, ¿bajo cuál approach se debe manejar un destino turístico hoy en día? Los Destinos Turísticos Inteligentes, presentan retos importantes de inteligencia, capacidad, respuesta inmediata, adaptabilidad, sustentabilidad y de sostenibilidad, entre otros, por lo que los convierte en destinos costosos y poco entendibles por los visitantes.
Existe la creencia de que se requiere una cantidad de recursos económicos importantes para poder generar infraestructura turística. Y que estos recursos deberían provenir en gran medida del Estado.
A continuación resalto las características que un Destino Responsivo debe contener:
1.- Un Destino Responsivo se diseña como una forma de poner todas las cosas juntas, y que se pueda escalar su contenido, producto turístico y elementos diferenciadores, para armonizarse a lo que cada turista quiere visitar y experimentar.
2.- El objetivo final del Destino Responsivo es evitar lo innecesario. Rediseñarse para las circunstancias actuales y los distintos visitantes. Aquí el turista, otorga un alto valor al desplazamiento y acercamiento de las experiencias; y a los atractivos turísticos. El Destino Responsivo posee una visión panorámica de todo lo que ocurre en el sitio.
3.- El Destino Responsivo se adapta rápidamente a los cambios y a las nuevas tecnologías disruptivas, basado en un modelo de transformación digital y en donde existe una estrecha relación entre los 3 entes (País, Destinos y PYMES).
El cambio que los destinos turísticos deben de realizar es de paradigmas, adaptarse velozmente a las circunstancias, tendencias y tecnologías actuales. Implementar una política de herramientas digitales a PYMES y una red de destinos conectados, que los llevará hacía esa visión panorámica que el visitante está buscando descubrir.