Crowd Question Mark Isometric Design Concept
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 “Las ciudades tienen la capacidad de

proporcionar algo para todo el mundo,

sólo porque, y sólo cuando,

se crean para todo el mundo”.

Jane Jacobs

 

Todo el boom de la transformación digital está permeando las formas de hacer ciudades, de pensarnos el futuro e imaginarnos en él ¿y si no estamos en el panorama? La tecnología se encuentra marcando pautas acerca de nuestros modos de ver, de sentir, de creer y de crear ¿te has preguntado si la tecnología está pensada para ti?

 

Mi madre, señora de 72 años piensa constantemente en cómo aprender las herramientas tecnológicas que están hoy a su alcance, se plantea producir tweets, regala “likes” en Facebook, concreta citas médicas por whatsapp y habla cotidianamente con sus amigas y familiares por Videollamadas, ciertamente intenta mantenerse al día. Sin embargo, es recurrente que se sienta que debe consumir y hacer más, por ello es probable que la veas con el Smartphone, la Tablet, el SmartTv y el radio, sí, todo al mismo tiempo.

 

Aunque los esfuerzos de mi madre son inmensos para mantenerse conectada, todavía actualizada y con la necesidad de aprender cada día más, me pregunto ¿este panorama futurista no nos estará saturando? recuerdo a K. Gergen y el “Yo saturado,” en su texto nombra la cantidad de innovaciones tecnológicas que han traído cambios estructurales en la sociedad y sus efectos sobre la forma en la que se maneja la vida cotidiana.

 

Últimamente la necesidad de plantear ciudades futuristas, que caminen hacia la utilización de la inteligencia artificial, tal y como lo ha venido haciendo China con la implementación de 20 millones de cámaras que brindarán información y evaluarán la conducta ciudadana, ha tenido un gran impacto y acogida. Aun así, la pregunta continúa abierta ¿a donde nos llevará esto? Indudablemente la tecnología no debería superar a la humanidad, sino más bien fortalecerla. No existen dudas frente a los retos que propone manejar no solo nuestras propias inteligencias, sino además sumamos la inteligencia artificial. Contamos pues con al menos 3 retos:

 

  • Entramado de relación humanas

El fin último de la tecnología es servirnos de ella, ninguna tecnología debería estar por encima de las facultades humanas para manejarla. Si algo valoro de los nuevos hábitos de mi madre, es que ha fortalecido sus relaciones personales, se ha reencontrado con amistades de su infancia y se siente presente en la vida de sus nietas. Esto sin duda alguna, es una ventaja de la tecnología. Su vida ha sido impactada y reestructurada en función de los alcances tecnológicos que hoy ella conoce. A donde debería apuntar los avances tecnológicos es a fortalecer dicho entramado de relaciones humanas. Cuando leemos o escuchamos el concepto de “Smart Cities” estas deben ser sinónimo de cualidad en las formas de relacionarnos, conectar y accionar.

 

  • El principio de vivir la ciudad

Cuando entendemos la relación entre bienes, servicios, equipamientos de calidad y la necesidad de disfrutar nuestras ciudades, estamos frente a un reto mayor, es pensar las ciudades del futuro con el principio humano de vivir. Los esfuerzos en hacer de las ciudades lugares habitables, con características saludables que inviten al uso y apropiación del espacio público, no vigilado pero sí administrado, gestionado y pensado para la vida, la recreación y los humanos, no deben ser en vano. Este principio debe ser el que se priorice al momento de pensar en la tecnología, la innovación y su relación con el territorio.

 

  • ¿Dónde jugarán los niños?

Jane Jacobs, pensadora y activista de la ciudad en los años cincuenta, planteaba la necesidad de pensar las ciudades también para los niños, dedicando incluso un apartado de su texto a desarrollar la idea. Explica con minucioso detalle la importancia de crecer en calles de aceras amplias donde los niños y las niñas puedan jugar, el espacio propicio para crecer a la vista de todos los demás ciudadanos. En Italia, se perfila una de las experiencias más enriquecedoras de este principio de la mano de Francesco Tonucci, quien plantea que al pensar las ciudades desde los niños y las niñas, se re-acomodaría en función de las principales sensibilidades: niños, niñas, personas mayores y con movilidad reducida. Esto da por consiguiente una ciudad más amena y con mejores condiciones para habitar.

El planteamiento de ciudades pensadas desde la tecnología y la innovación, deberán evaluar sus políticas desde el entramado de relaciones que propicien, la cualidad de sus bienes y servicios con el principio de vivir la ciudad y además la forma en la que tratarán a sus niños. Ciudades para humanos, con los avances tecnológicos e innovaciones necesarias para que lo fundamental no se olvide, humanidad.

 

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