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Existen múltiples definiciones de asertividad, pero podría resumirla en lo siguiente:

Se trata de la libertad emocional que se relaciona con la capacidad de defender los propios derechos, expresando sentimientos y pensamientos en forma honesta, firme, razonada y directa sin violentar los derechos de los demás, mostrando seguridad en uno mismo.

La asertividad es una habilidad social clave para la resolución de conflictos, y también es un indicador de inteligencia; nos facilita hacer mejores vínculos (de todo tipo), a ser más resueltos, y quizá más felices en el largo plazo. En México (y seguramente muchos países latinoamericanos) no sólo escasea, también es una cualidad castigada; oscilamos entre los estilos pasivo y agresivo, o una combinación de ambos. Estamos tan acostumbrados a esto, que la asertividad en la práctica ofende a muchos.

 Es saber desarmar a alguien con argumentos

Y por eso es que a muchos les ofende. Varias veces he escuchado a extranjeros decir que los mexicanos en general somos “agachones”. Y en esto va implícita la conducta pasiva, pasivo-agresiva, o agresiva (una vez que todo explota) a la que estamos acostumbrados. La mayoría cree saber perfecto cómo reaccionar ante una persona pasiva o agresiva, pero no mucho ante una asertiva que tiene argumentos.

Una distinción de la reacción ante el primer grupo, es que no tienes que ceder nada y el conflicto no tiene que resolverse, sino seguir allí (mutando y creciendo). En cambio una persona asertiva te llevará a tomar decisiones, tal vez ceder y/o resolver el conflicto en el momento que corresponde, y eso al mexicano (o tal vez humano) promedio no le gusta o le incomoda.

Claro está que también ser asertivo genera resentimiento en las personas que intentan abusar de algún modo, de sacar ventaja o dominar la mente de otro y no lo logra. ¿Te suena? Por muy elegante que podamos expresarnos, a muchos les incomoda el que no se deja del bullying o la manipulación; el que no es sumiso.

Va más allá de ser sincero

Todas las situaciones están cargadas de emociones, así que ser asertivo es también una mentalidad.

Decir tu verdad con honor es muy distinto a “embellecer” o maquillar las ideas, se trata de procesar los juicios y definir nuestra relación respecto a la situación.  Sirve plantear supuestos y preparar el terreno para la resolución de un conflicto. No tiene la función de caer bien o suavizar frases; lo real no siempre es simpático, pero puede expresarse objetivamente y desde la verdad de tu ser, de tu perspectiva. De hecho es en las situaciones con mayor carga emocional involucrada en donde es complejo decir verdades incómodas o difíciles, lo cual muchas veces evitamos. La ventaja de no ser pasivo y confrontar adecuadamente, aunque al otro le desagrade, es que sabrás que estás haciendo tu parte para resolver un conflicto que muchas veces es silencioso.

Ser asertivo es:

  1. Expresar pensamientos y emociones: decir tu verdad honorablemente.
  2. Entender tanto tus necesidades como las de la otra parte.
  3. Establecer límites en tus vínculos sociales.
  4. Hablar razonadamente, sin juzgar.
  5. Piensa en soluciones.

Ser asertivo implica:

  1. Autoestima
  2. Empatía
  3. Objetividad

La NO-Asertividad es:

  • Creer tener la razón absoluta.
  • Uso de indirectas, sarcasmo, ironía.
  • Herir, juzgar o criticar al expresar emociones.
  • Temer al conflicto; no saber decir “no”, o tener el “no” por delante.
  • Esperar que otros adivinen y/o mejoren mis emociones automáticamente.
  • Bloquear las vías de solución.
  • Boicotear, generando una situación hostil de manera encubierta y después sorprenderse y ofenderse al ser confrontado (El clásico “No aguantas nada” o “era sólo una broma”)
  • Tratar de manipular situaciones o personas, o dejarse manipular.

Es la persona asertiva la que reacciona positivamente a la asertividad de otro

No es posible hacer una generalización y seguramente no es algo territorial, pero en México parece que la tendencia es seguir con la escuela del “Chavo del 8”. Increíblemente, aún es muy común ver conductas idénticas a este programa y en todos los sectores, pero en especial en nuestros servicios públicos por décadas; aún más grave es que ocurre en escuelas de todo nivel y en los institutos de salud, en donde para prestar un servicio público es elemental tener una mentalidad asertiva, que da soluciones.

Por eso es que muchas personas inteligentes se van de México. La fuga de cerebros se debe a que justamente esta mentalidad no es recompensada, sino todo lo contrario. Quien tiene iniciativa e independencia intelectual se desgasta en medio de usos y costumbres que ya debieron cambiar hace tiempo. Es por eso que el cambio en el país aún se vislumbra muy lejano, se siguen reforzando conductas que nunca nos llevarán al siguiente nivel.

Aun cuando no muchas personas adoptan esta mentalidad, hacerlo tiene muchas ventajas:

  •  Simplifica tu vida; tienes menos problemas innecesarios.
  • Aprendes a incluir en tu vida a las personas correctas para ti.
  • Contribuyes a la resolución de conflictos con mayor eficacia.
  • Tus relaciones más cercanas mejoran sustancialmente.
  • Consigues tus objetivos más fácilmente.
  • Entrenas a tu mente a ser ágil, espontánea y empática.
  • Desarrollas: una verdadera conexión contigo mismo y tus verdaderas necesidades.

Espero te hayas identificado en las características asertivas; de lo contrario te invito a evaluar las ventajas de poner manos a la obra.

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