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En la inminente era de la Inteligencia Artificial, la Inteligencia Humana sigue siendo un tema complejo y en debate. Incluso temas como la bondad se están sumando al concepto. Entre la prueba del coeficiente intelectual y la alternativa teoría de inteligencias múltiples de Gardner, nos encontramos ante opciones que plantean que podemos medirla o identificar talentos que demuestran señales de su existencia. ¿En realidad podemos decir que somos inteligentes por dominar algún talento? ¿se puede expandir el IQ?, ¿podemos desarrollar la inteligencia a cualquier edad? ¿Cómo hacerlo?

El estándar de inteligencia humana está obsoleto. Un robot puede emular cualquiera de las inteligencias múltiples y aprender por sí mismo intercambiando datos y reconociendo patrones cada vez con menor margen de error. Personajes de talla intelectual enorme creen que la inteligencia artificial es una amenaza para la humanidad, y en efecto puede poner fin a la humanidad que hasta hoy somos; y esto puede ser algo positivo. Como bien lo dice Sundar Pichai, CEO de Google, puede salvarnos.

¿Realmente qué delata a una persona inteligente?

La inteligencia humana tiene el propósito de abrir paso a la sabiduría, que es la facultad de actuar con sensatez y acierto. Necesitamos poner en uso nuestro cerebro entero. No es suficiente analizar, abstraer o ser ágil mentalmente, aunque esto ya es muy bueno. Es muy comentado que el EQ (o coeficiente de inteligencia emocional) es tan importante como el IQ. El intelecto y las emociones son las variables más evidentes y de cierto modo medibles, pero el esquema de verdadera inteligencia podría tratarse de una mesa con 4 pilares:

La combinación de estos 4 componentes conduce progresivamente al uso de la intuición y a la heurística, atributos de la inteligencia, y finalmente a ser más sabios para vivir. Hablamos de dos líneas en distintas direcciones. La línea del intelecto no siempre están en armonía con la línea de la emoción. El reto es equilibrar los 4 componentes. Si uno de ellos falta o está incompleto, el esquema no está en equilibrio. No me parece raro que temas como la bondad, la paciencia, o la creatividad estén relacionados con la inteligencia. Sin embargo, la voluntad y la consciencia no son tangibles o medibles, ya que son el fondo del estado mental y emocional.

Cada componente tiene sus detalles; por ejemplo la consciencia implica la capacidad de estar en el presente, aquí y ahora; darle sentido trascendental a nuestros propósitos, entre otros. Esto sin duda, no termina en la inteligencia y la sabiduría, aumenta el umbral de entendimiento y la libertad real.

Sin embargo, no es un tratamiento lineal. La inteligencia sólo se desarrolla renovándose constantemente. Cambiar por fuera es sencillo, pero cambiar como persona requiere de recursos personales que sólo tú puedes generar.  No se trata de repetir lo que los sabios o los libros dicen, sino del arte de descubrir. Esto requiere de fuerza de voluntad y la consciencia de lo que buscamos con el cambio. En definitiva, desarrollar la inteligencia es algo por lo cual vivir.

 

A considerar:

  • La inteligencia se traduce en un ser humano que evoluciona.
  • El paso evolutivo de la humanidad requiere de expandir la inteligencia con nuestros propios medios. Tal vez la IA nos ayude a concentrarnos en lo que realmente tenemos que atender.
  •    La capacidad intelectual puede en dado momento ser un resultado biológico + educación, sin embargo esto no la define por siempre, puedes verlo como tu punto de partida.
  • El verdadero éxito es alcanzar la maestría de la transformación y la renovación continua; con cada aprendizaje significativo cambiamos de piel. Esto implica adoptar un mindset independiente, un criterio propio que te abrirá paso a experiencias más amplias.
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