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No tengo talentos especiales,

pero sí soy profundamente curioso.

Albert Einstein

 

¿A qué llamamos profesionalizar? Cuando hablamos de un “profesional” hacemos referencia a una persona que tiene oficio, empleo u ocupación con conocimiento especializado en alguna área puntual. Una profesión, termina aglutinando conocimiento y habilidades en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, en escala macro o micro. Cuando hablamos de curiosidad existen distintos rasgos que la definen, pensar en hacer de ella un oficio, empleo u ocupación puede presentar varios retos. A continuación presentamos algunos factores que hacen que vayas profesionalizando tu curiosidad:

 

  • Conócete

La mejor forma de hacerte profesional en “algo” es desde la decisión, la curiosidad es el deseo/inquietud de saber sobre “algo”, en ambas frases existe la palabra “algo”, eso es lo que debes decidir y conocer muy bien ¿Hacia dónde apunta tú? Si hablamos de conocimiento y habilidades específicas, la curiosidad representa la posibilidad de hacer del deseo y la inquietud procesos sostenibles en el tiempo y que básicamente, se fundamentan en nuestra habilidad para estructurar la curiosidad y lo que ella detona. Todos estos rasgos son definidos por nuestra mente, conocerla es un factor determinante para profesionalizar la curiosidad.

 

  • ¡Voilà! Formación

Sí, para todo lo que vayamos a profesionalizar necesitamos formación. Su importancia radica en adquirir las herramientas necesarias para discernir cuándo estamos trabajando desde la curiosidad elementos que pueden sustentarse en el tiempo y cuándo no. Podemos sentir el impulso que trae la curiosidad, pero el proceso formativo regala la maravillosa oportunidad de profundizar e invita a la reflexión, el pensamiento y la capacidad de abstracción necesarias para transformar la curiosidad en un proceso, curiosidad sostenida.

  • Entrenamiento

La curiosidad se entrena. Al igual que la formación, el entrenamiento de la curiosidad es vital. Para ello es importante determinar los momentos en que nuestra mente conecta sus neuronas y comienza a interesarse, también entender los momentos en los que un pensamiento/acción/iniciativa se agota. El conocer y tener entrenada nuestra mente ayuda a que el proceso se mantenga, a mitigar la fatiga y en mucho casos a identificar los cambios necesarios. Existen ejercicios simples para fortalecer esto, son prácticas sencillas como por ejemplo hacer un breve arqueo bibliográfico e ir progresivamente leyendo lo encontrado, harás un cronograma de lecturas e iras cumpliéndolo. Esto puede entrenarte, fomentando tu disciplina y creando hábitos asociados.

  • Contexto

El contexto propicio para profesionalizar la curiosidad trata de un ambiente que fomente y estimule tu creatividad. Ahora ¿qué aspecto debe tener? no hay estándares, hay características. Por ejemplo, en mi caso hacer notas, mapas mentales, escribir, hacer cuadros, dibujos y rayas son parte de mi entrenamiento, para ello, necesito contar siempre con lápiz y papel a mi alrededor. Y además del ambiente necesitas tener amigos, conocidos, colegas que te permitan debatir, reflexionar y generar nuevas conjeturas en aquello que estás buscando dilucidar. No estamos solos ni aislados.

 

Al hablar de la curiosidad, estamos haciendo referencia a una virtud humana que ha impulsado la producción de conocimiento, la valoración de los saberes y siempre implícito innovaciones. Así como ocurre en la tecnología, también hablamos de innovaciones que estructuran lo social, que apuestan a nuevos criterios y fomentan un lugar importante para la curiosidad como elemento a profesionalizar. ¿Acaso no es la curiosidad algo que nos pertenece? ¿Está en nuestro ADN?

I have an Idea
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