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Crédito: CIAL Dun & Bradstreet México

Como propietario de una empresa mexicana en expansión, es fundamental proteger la integridad de las operaciones y relaciones comerciales. Imaginemos que, tras años de colaboración con un proveedor confiable, descubrimos que está vinculado indirectamente a un escándalo de corrupción en otro país, como lavado de dinero o falsificación de datos. Si bien, nuestra empresa no tendría relación directa, tal situación podría tener repercusiones graves.

Este tipo de riesgo, aunque parezcan lejanos, puede afectar a cualquier negocio. Afortunadamente, existen mecanismos robustos que ayudan a las empresas a evitar asociarse con entidades fraudulentas: los procesos de compliance y debida diligencia.

Entendiendo el Compliance y la Debida Diligencia

Compliance tiene sus raíces en la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA) de 1977 en Estados Unidos, establecida para combatir la corrupción internacional y exigir controles internos en las empresas. Este marco legal asegura que las empresas cumplan con las leyes y mantengan prácticas éticas, protegiendo así su integridad y reputación.

Por otro lado, la debida diligencia, tiene una historia más extensa, pues tiene su origen en el ámbito de transacciones financieras y adquisiciones. Este proceso, que ahora también evalúa riesgos en relaciones comerciales, es esencial para investigar a fondo a socios y evitar problemas futuros al asegurar que las asociaciones sean fiables y seguras.

¿Cómo se encuentra Latinoamérica en estos temas?

 

“Según un estudio reciente de Wolters Kluwer, el 48% de las organizaciones en México tienen dificultades para hacer un seguimiento de cómo sus socios cumplen con las regulaciones”, compartió Alejandra Espinosa, Regional Product Manager ESG de CIAL Dun Bradstreet. “Esto demuestra que, aunque el compliance está tomando fuerza, aún hay muchos desafíos por superar”, agregó.

Además, la gestión de la ciberseguridad se ha convertido en un desafío crucial para el cumplimiento, especialmente después de que los ciberataques globales aumentaron un 38% en 2022 (Expert Solutions). Esto ha llevado a las empresas mexicanas y de la región a reforzar sus políticas de seguridad y a prestar más atención al cumplimiento continuo.

En América Latina, diez países de la región se ubican en posiciones muy bajas dentro del Índice de Percepción de Corrupción (IPC). Con este contexto los programas de compliance cobran mayor importancia, convirtiéndose en una herramienta esencial para las empresas que desean mantener su reputación y evitar problemas legales y financieros.

 

Protegiendo la integridad de tu negocio

Actualmente, al no tener un programa de compliance o no realizar procesos de debida diligencia al interior de una empresa, puede llevarte a problemas legales, sanciones, pérdida de reputación y, en casos extremos, la quiebra. No es un asunto menor; es la diferencia entre seguir en el juego o ser eliminado. Con el auge de las tecnologías y la globalización, la información viaja más rápido que nunca, y cualquier mal movimiento podría poner en riesgo todo lo que has construido.

Sin duda, la prevención es la clave para estos temas. El implementar un programa de compliance no solo protegerá a la empresa y su personal, sino que también ayudará a mejorar la reputación y a ganar la confianza de los clientes y socios. Es importante puntualizar que el realizar una debida diligencia adecuada antes de tomar decisiones importantes es esencial, puesto que, no solo se trata de cumplir con la ley, sino de ser proactivo y adelantarse a las posibles tormentas.

Hoy en día, existen herramientas que ayudan a monitorear y evaluar a los socios comerciales, clientes y proveedores en tiempo real, así como algunas permiten certificar los procesos de compliance de las empresas, con lo que se puede identificar posibles riesgos antes de que sea demasiado tarde. En un mercado lleno de incertidumbres, estar un paso adelante es lo que hará la diferencia.

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