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Lego nació hace 85 años en un taller de carpintería en un pueblo de Dinamarca y hoy es de las mayores productoras de juguetes a nivel mundial. El ideal del creador de la marca fue hacer muñecos y carritos con los cuales los niños pudieran divertirse e imaginar. De hecho, la palabra Lego se compone de la abreviatura de las dos palabras danesas “leg godt”, que significan “jugar bien”.

 

El taller de juguetes arrancó en 1932. Sin embargo, los tradicionales bloques embonables de construcción, tal como los conocemos hoy, nacieron oficialmente en 1958. La compañía siguió creciendo y en 1978 incorporó figuras humanas, con brazos y piernas articulados. Vinieron nuevas líneas, exportaciones crecientes, luego parques temáticos dentro y fuera de Dinamarca, software y cada vez más colecciones. La fuerza de la marca parece imparable. Al cierre de 2016 reportó más 335 productos nuevos en el año y ventas por 75 miles de millones de piezas en más de 140 países. La componen infinidad de líneas y submarcas, un catálogo creciente de productos digitales y alianzas estratégicas con productores de cintas como Star Wars, Jurassic Park y Frozen. De hecho, el cine parece ser una de las vías más interesantes para la compañía: apenas en febrero pasado se estrenó Lego Batman, película animada que superó en taquilla a Cincuenta sombras de Grey. Bien tanto por la película como por toda la campaña de marketing en torno a ella.

 

Pero como cada sello de la empresa se dedica a lo suyo, en contraste y para celebrar este Día Internacional de la Mujer, la línea minifig de Lego lanzó una colección de cinco figuras que rinden homenaje a mujeres inspiradoras de varios países:

  1. Amelia Earhart 1898, aviadora norteamericana, quien en 1932 atravesó el Atlántico en solitario;
  2. Emmeline Pankhurst (1858), activista británica y líder del movimiento por el sufragio femenino;
  3. Rosalind Franklin (1920), científica inglesa cuyo trabajo fue central para clarificar la estructura de la doble hélice del ADN humano;
  4. Frida Kahlo 1907, pintora mexicana que goza de reconocimiento internacional;
  5. Malala Yousafzai 1997, estudiante, bloguera y activista pakistaní a favor de la educación de la mujer

 

Cada una incluye detalles que la caracterizan. Por ejemplo, Earhart luce los clásicos lentes de aviador, mientras Frida está vestida de tehuana y en una mano sostiene la paleta de pintor, mientras en la otra lleva un pincel. Además, cada figura incluye un cartel con una cita representativa dicha por ella. A Frida la acompaña la conocida frase “Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?”, mientras en el cartel de Malala se lee: “Soy más fuerte que mi miedo”. Aunque no se consiguen aún en México, pueden comprarse a través del sitio www.minifigs.me junto con otras figuras ya presentes la colección, como Hillary Clinton, Audrey Hepburn, la Reina Isabel I de Inglaterra, Michelle y Barack Obama, el Papa Francisco, los Beatles, Michael Jackson y David Bowie.

 

Cuento todo esto porque quiero destacar dos cosas. Por un lado, desde niña me gusta Lego. Despierta la creatividad, lo pueden jugar niñas y niños por igual, es para cualquier edad y época del año. Por ese lado celebro siga presente por generaciones, aunque me parece poco innovadora en cuanto a desarrollos digitales y redes sociales (sus cuentas de TW y FB son más bien flojas, la que se salva un poco es Instagram). Por otro lado, qué bien que Lego se sume al reconocimiento de mujeres centrales en la historia mundial, cuando en general ha sido subrayado el interés que genera entre hombres. Sin embargo, me llama la atención que cuatro de las cinco elegidas para componer la colección del Día de la Mujer hayan nacido entre 1858 (Pankhurst) y 1920 (Franklin), lo que significa que ya todas murieron. Es decir, sólo una de las cinco está viva: Malala. ¿De veras no encontraron otras cuatro mujeres vivas que merecieran ser nombradas modelos a seguir?

por Julia Santibáñez

@danioska

www.palabrasaflordepiel.com

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