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Durante los últimos años, el uso de cigarros electrónicos se ha disparado porque consideran que es una opción “saludable” para sustituir el tabaco, es decir, sin los daños que puede ocasionar el fumar tabaco.

Otras muchas personas lo ocupan solo por moda. Sin embargo, un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, apunta a lo contrario.

Los expertos encontraron que el químico saborizante diacetil se encuentra en más del 75 por ciento de los líquidos de relleno que utilizan estos dispositivos.

Éste agente es objeto de estudio de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) como culpable del “pulmón de palomitas de maíz”. Se trata de un tipo de bronquitis que, entre otros daños, afecta las vías respiratorias de los pulmones y deja cicatrices e inflamación en sus tejidos.

El padecimiento se detectó por primera vez en los trabajadores que a diario aspiraban el sabor artificial a mantequilla en las instalaciones que producen palomitas de maíz para microondas. Comer diacetil es seguro pero, inhalarlo, puede causar enfermedades respiratorias y pulmonares graves.

Otros dos compuestos dañinos, la acetoína y la 2,3 pentanodiona, también fueron hallados por el equipo de Harvard en los líquidos de relleno para los cigarros eléctricos, los cuales cuentan con cerca de 7,000 sabores diferentes.

Hasta el momento, estos dispositivos no se encuentran regulados y aún hace falta una mayor investigación sobre sus efectos potenciales para la salud. Sin embargo, la agencia norteamericana del medicamento (FDA) ya emitió una propuesta de norma para incluir a los cigarrillos electrónicos en la reglamentación que regula el uso del tabaco y otros productos que contienen nicotina.

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