Compartir

Por Rick Vanover, director senior de Estrategia de Producto de Veeam

Se habla mucho sobre el inminente estándar 5G para redes de comunicación de dispositivos móviles. A primera vista será muy positivo para teléfonos inteligentes y tablets individuales, hotspots móviles y mucho más, pero la realidad es que el 5G será un facilitador mucho más importante y fundamental para las soluciones de Internet de las cosas (IoT).

También planteará nuevos retos. No obstante, antes de verlos, tenemos que entender las buenas noticias que llegan de la mano de la tecnología 5G.

El modo en el que 5G optimiza los proyectos IoT

Los principales beneficios del 5G serán una mejora del ancho de banda y una reducción de la latencia para dispositivos definidos desde el Proyecto Asociación de Tercera Generación (3rd Generation Partnership Project o 3GPP). Desde el punto de vista de IoT, esto presenta una serie de opciones para muchas aplicaciones críticas.

Un área emergente para IoT será la recopilación efectiva de información en tiempo real. 3GPP tiene dos tipos de tecnologías que ayudarán a escalar IoT: comunicación mejorada de tipo máquina (eMTC) e IoT de banda estrecha (NB-IoT). Estas tecnologías se centran en reducir la complejidad, ofrecer una mejor densidad de dispositivos y establecer una mayor eficiencia de potencia. La eMTC se asocia con elementos en tiempo real, como wearables y casos de uso de IoT personal. NB-IoT pone el foco de atención en las soluciones con una latencia más tolerable y en las que necesitan trasferir una cantidad menor de datos. Además, algunas de estas soluciones pueden tener más de 10 años de vida útil de la batería. Si combinas la movilidad con una vida útil de la batería de este tipo, las empresas serán capaces de superar algunas de las barreras que se encuentran a la hora de implantar una solución de IoT.

Para poner todo en perspectiva, tanto la implantación de eMTC como la de NB-IoT ofrecerían beneficios para algunos de los cambios que están teniendo lugar. Qualcomm está muy interesado en el hito que supone el 5G y ha creado una hoja de ruta visual de lo que el 5G habilitará con las capacidades 3GPP. Todos los beneficios, como son mejor posicionamiento y uso en tiempo real, una mayor vida útil de la batería y una escalabilidad considerable, entre otros, irán acompañados de un óptimo rendimiento e irán más allá de lo que los profesionales de TI esperaban hace apenas unos pocos años.

IoT se enfrenta a retos potenciales con 5G

De acuerdo con un estudio de Accenture[1], el 60% de 1,800 ejecutivos encuestados en 10 países indica que hay carencia de conocimiento entre los proveedores de servicios de comunicaciones sobre los diferentes desafíos de implementar 5G.

En este sentido, es preciso tener en cuenta algunas consideraciones. Cuando llevamos a cabo este tipo de cambios y los introducimos a tal escala, es necesario que la solución de backend esté preparada para dar soporte al cambio.

Me atrevería incluso a decir que el único modo práctico de construir soluciones IoT a una escala considerable basadas en 5G es hacerlo a través de nube pública a híper-escala en muchos casos. Por supuesto, una recomendación de ese tipo requiere disponer de las respuestas a preguntas concretas sobre el caso de uso específico. La realidad es que una solución con implantación en miles de dispositivos IoT que proporcionan datos en tiempo real o contenido multimedia enriquecido podría potencialmente saturar las líneas de comunicación y los recursos de almacenamiento de un data center tradicional de forma bastante rápida. Las nubes públicas a híper-escala ofrecerán la escalabilidad necesaria para el cambio significativo que suponen las soluciones IoT.

El 5G es importante y no se trata tan solo de lo que vamos a llevar en el bolsillo. Por eso, tenemos que plantearnos cuál va a ser el impacto comercial que va a tener una solución 5G. ¿Podrá la solución IoT impulsada por 5G ofrecer un beneficio general? ¿Podrá identificar los bloqueos o introducir limitaciones de capacidad a los servicios, recursos y plataformas existentes?

Mi consejo práctico es garantizar que la nube forme parte de la solución IoT que elijan las empresas y que esté impulsada por 5G desde el principio. Esto ayudará a las empresas a evitar problemas complicados más adelante que podrían poner en riesgo el valor total de la solución IoT.

Compartir