Neurociencia
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Todos tenemos una relación diferente con el dolor. Aun el querer evitarlo idealizando el poder evitarlo en su totalidad puede provocar dolor mismo.  Afortunadamente el dolor al cual podemos llamar de varias formas ( sufrimiento, incomodidad, sacrificio) puede tener propósito. Para esto necesitamos incrementar nuestra amabilidad con nosotros mismo de forma atemporal, es decir, “ser más amables con nuestra persona en el futuro” desde el presente con tan solo “prevenir”.

Si bien estamos contaminados con idea de “vivieron felices por siempre” que Disney patrocina, en realidad no existe un escenario como tal.

Es por eso que desarrolle el concepto de “ICS”, la Idealización de la Comodidad Sostenida, que no solo es irreal, te acaba provocando mucho más sufrimiento sin propósito del que tendrías que vivir sin este paradigma en la mente.

Llamemos de ahora en adelante al dolor como “ incomodidad”, la realidad es que:

  • No existe una realidad sostenida sin ella
  • Si crees que puedes escaparte de ella con los placeres, acabarás chocando con pared.
  • Si lo analizas, “ estar totalmente cómodo” solo sucede en cápsulas de tiempo o a lo que podemos llamar “ rebanadas de felicidad”
  • Podemos vivirla sin propósito
  • Podemos vivirla con propósito
  • Podemos generar un gusto adquirido por conquistarla.

Con esta claridad, podemos configurar nuestra incomodidad para entender que:

*Podemos vivir incomodidad por crecer o por estancarnos

*Por saber o por ignorar

*Por lograr o por fracasar

*Por conquistar o ser conquistado

*Por intentar hasta cansarnos o hasta lograr

*Por cuidarnos o descuidarnos

*Por decretar o por apostarle a la suerte / destino

*Por ser profundos o por ser superficiales

*Por generalizar o ser curiosos

*Por conectar o ser indiferentes

*Por crear o destruir

*Por repetir o mejorar

Si de todos modos viviremos incomodidad, ¿ Porque no vivirla con propósito dentro de nuestras posibilidades ?

Y entonces desarrollar un “mayor umbral” hacia la incomodidad e incluso puedes llegar a perseguir situaciones a conquistar para superarla. Cuando llegas a este punto, parece que es el final del camino que ya conquistaste pero….no.

¿ Qué nos sucede con el dolor que vive un ser querido ?

En nuestra mente desarrollamos mecanismos para administrar el dolor. Podemos lograrlo con distracción, con comparación incluso con sentido del humor.

Sin embargo, cuando vemos sufrir a un ser querido, puede llegar a ser insoportable.

Personalmente siento dolor que llego a el punto de la ira y no se que hacer con ella, hasta que entendí lo que sucedía en mi mente al ver el dolor en un hijo.

Resulta que caminas por la vida con una confianza en ti mismo que desarrollas vía la seguridad de “que saldré adelante o yo aguanto”. Esto es porque confías en tu mecanismo interno administrarte del dolor, pero cuando ves a un ser querido sufrir, solo ves el acto del sufrimiento, no puedes ver su mecanismo interno de administración del dolor, pero si esta ahi. Incluso puedes ayudar a desarrollarlo transmitiendo que “ tiene un propósito” para aprender, entonces ese dolor se legitimiza.

En pocas pocas palabras, por mucho que amemos a alguien, tenemos que permitir, fomentar y fortalecer desde nuestro ejemplo su relación con el dolor o a lo que podemos llamar incomodidad. Es por esto, que “ quejarnos” es tan malo, desde la queja solo existe el agonizar, no hay propósito y solo necesitamos resolver “ya” mientras contamos los segundos y fácilmente puedes “apanicarte” bloqueando tu capacidad de aprender por el miedo de que “ no acabe”.

El dolor puede ser una oportunidad de aprender, después de todo. La mente es maravillosa, somos tecnología y hay que tener un poco más de confianza en la tecnología de nuestro cerebro.

Esto lo escribí desde una sala de urgencias, esperando a mi hijo.

Gracias

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