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Las crisis en las empresas y en cualquier tipo de comunicación cada vez son más factibles dada la apertura a través de cientos de canales de comunicación, su replicación, su mala interpretación, la desinformación, y en casos extremos la mala intención. Pero si se las gestiona con prevención, profesionalismo y coherencia estratégica pueden pasar de un drama a una oportunidad. Y se basa en la reputación.

 

¿QUÉ ES LA REPUTACIÓN?

  1. Es el cojunto de evaluaciones colectivas suscitads por la organización en sus grupos de interés que motivan conductas capaces de generar valor.
  2. Permite ganar legitimidad y fortalecer las relaciones de confianza y afinidad con los grupos de interés.
  3. Se concibe como una fuente de rendimiento financiero, como uno de recursos intangibles más valiosos e importantes de generación de valor y de diferenciación para las marcas.

 

¿QUÉ NO ES REPUTACIÓN?

  1. No es Imagen, la reputación se construye a lo largo del tiempo a través de lo que hace y dice la organización.
  2. No es una percepción puntual.
  3. No es identidad.

 

¿SE PUEDE MEDIR Y GESTIONAR LA REPUTACIÓN?

Existen estándares internacionales que son el modelo RepTrak (r) y el indicador global de reputación Pulse para medir y gestionar la reputación.

La reputación por tanto es un antídoto contra las crisis, una reputación sólida permite mayor credibilidad. Construir reputación es de las marcas, las redes la comunican, pero cada vez más juegan y se relacionan día a día. No descuidemos la reputación por comunicar sin estrategia y generemos crisis sin quererlo.

Fuente: Comunicación Estratégica y su contribución a la reputación. Argenti; Paul. 2013.

 

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