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En promedio el usuario digital pasa unas 6 horas, 50 minutos del día en internet, navegando en redes y consumiendo contenido. Resulta muy molesto que la actividad online sea interrumpida de manera constante por publicidad intrusiva.

Banners, Pop-Ups, videos no solicitados y correos que llegan a spam, como internautas estamos acostumbrados a la publicidad en línea, pero eso no significa que tenga impacto en nuestra vida, de hecho resulta bastante molesto.

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Si vivimos en una era dónde los medios están a merced del usuario y no al revés, por qué seguir con el intento de imponer la información invadiendo su espacio y tiempo porque al final la evita.

El 94% de quienes ven videos en Youtube prefieren omitir el anuncio previo al video, después de aventarse los primeros segundos obligatorios y eso cuando pueden. Existen muchos más servicios de streaming que dan espacio a la publicidad y al parecer el rechazo a ella es mayor, un ejemplo es el incremento en suscripciones al servicio premium de Spotify, y es que la vocecita interrumpiendo cada canción es tan desesperante como las ventanas interactivas que aparecen cuando estás leyendo la nota o tu blog favorito.

Por ello el inbound marketing apuesta a la metodología de la atracción a través del tráfico de contenido, en blog, web, redes sociales, y una estrategia correcta de SEO.

Este concepto inició en el 2005 por Brian Halligan, cofundador y CEO de la compañía de software y marketing Hubspot.

¿Cómo funciona?

Si el usuario se encuentra totalmente interesado, será él mismo el que busque a la marca o servicio. Después de un proceso de conversión, estando al pendiente de sus necesidades y ofreciéndolas por diversas vías, especialmente correo electrónico, si y sólo cuando y como el usuario lo desee, existe la posibilidad de la fidelización.

Esta técnica crece día a día y en ocasiones es mejor tener una estrategia integral de publicidad de paga con estrategia inbound. Entender el perfil del consumidor ya es algo implícito en la estrategia, también hay que entender el momento y la vivencia que tiene y a la que aspira.

Vamos, no es tirarle tierra a la publicidad pagada, es necesaria pero hoy debemos entender al usuario y la experiencia que está buscando, el desafío ante esta realidad es cómo adaptar la comunicación de manera que él elija y no le estorbe.

 

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