Estimaciones de Thales, líder mundial en tecnología y una de las principales empresas de tarjetas bancarias del mundo, señalan que aproximadamente 30 mil toneladas de PVC se utilizan cada año como insumo para la producción de tarjetas. El volumen equivale al peso de 150 Boeing 747 y la mayoría va a los vertederos al final de su vida útil.
La incineración es una forma habitual de eliminarlo de forma permanente, pero el proceso genera dioxinas, una sustancia altamente tóxica y uno de los gases que provocan el efecto invernadero.
Las instituciones financieras se encuentran comprometidas con la sostenibilidad en sus procesos y productos, por ello seleccionan tecnologías y desarrollan prácticas que ayuden a reducir sustancialmente su huella de carbono. Un ejemplo de ello es la sustitución del PVC en las tarjetas bancarias.
Con esta tecnología, las tarjetas serían biodegradables, elaboradas con Ácido Poliáctico (PLA), un tipo de plástico producido a partir de materias primas renovables, específicamente, maíz cultivado, para este fin, haciéndolo que sea un material más sostenible que los elaborados a partir de fuentes fósiles como PVC (cloruro de sodio y aceite) y PET (aceite).
Thales, con sus servicios y soluciones de tarjetas de pago, está apoyando a los bancos en la toma de acciones hacia la sustentabilidad y las prácticas ecológicas. En particular, la compañía ha desarrollado un conjunto completo de herramientas que permite a sus clientes bancarios construir una estrategia ecológica consistente. Uno de los diferenciales del producto es que, aunque es biodegradable, no pierde sus características de durabilidad y atractivo estético. Y para reforzar las iniciativas sostenibles del banco, también se implementa un proceso de destrucción y re-fabricación de tarjetas.
La expectativa es que con los compromisos del mercado con la neutralización de carbono y los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU, la demanda de este tipo de producto crezca en los próximos años.
Para más información se anexa artículo de opinión sobre los beneficios en tener una tarjeta biodegradable e imágenes.