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Elon Musk físico y emprendedor sudafricano, llevaba tiempo desarrollando un proyecto. Surgió como una idea innovadora y futurista. El cofundador del sistema de pago por Internet PayPal, además de creador de la empresa espacial SpaceX y máximo impulsor del coche eléctrico a través de Tesla Motors, ha decidido entrar al mercado energético mundial.

La semana pasada presento una batería domestica que según el cambiara “la totalidad de las infraestructuras energéticas del mundo”.

Su invento fue bautizado como Testa Powerwall, se trata de un dispositivo de uso doméstico capaz de almacenar la electricidad suministrada por paneles solares instalados en el tejado de una vivienda o por cualquier otra fuente de energía renovable. Es del tamaño de un armario, incluye baterías de ion-litio, capaces de almacenar hasta diez KWh de electricidad, que puede ser utilizada después en las horas nocturnas (cuando los paneles solares no actúan), durante eventuales cortes de luz o, sencillamente, en los períodos de máximo consumo, cuando las tarifas eléctricas son más elevadas.

El invento promete ser capaz de disminuir ligeramente la factura de la luz y es la pieza que faltaba para hacer posible la independencia energética de los consumidores. De hecho, la combinación de paneles solares con baterías capaces de almacenar su energía de manera eficaz, podría significar dejar de depender de las compañías eléctricas.

La batería, que se producirá en varios colores, es una especie de estilizado panel rectangular de 130 x 86 x 18 cm. y unos 100 kg. Se puede colgar en cualquier pared, dentro o fuera de la casa, o instalarla en el garaje. Soporta temperaturas de entre los -20º C y los 43º, lo que permite su funcionamiento prácticamente en cualquier latitud y época del año. El sistema, además, es “escalable”, por lo que es posible ir añadiendo más unidades a la primera hasta cubrir cualquier necesidad energética. Todas las unidades estarán conectadas a internet y monitorizadas por Tesla Energy, la empresa que las comercializará.

El precio del dispositivo sin instalación será aproximadamente de 3.500 dólares y empezará a venderse en Estados Unidos este verano, probablemente en agosto.

Se estima que a partir del 2016, comenzará su comercialización en el resto del mundo. Para Musk, Alemania, uno de los países en el que los paneles solares están más extendidos, podría ser uno de los primeros mercados, junto con Estados Unidos, en adoptar la tecnología.

“Nuestro objetivo -dijo Musk durante su presentación- es el de transformar totalmente las infraestructuras energéticas mundiales, para que sean totalmente sostenibles y no produzcan emisiones de carbono”. Un sueño de energía limpia que pone directamente en el punto de mira el negocio de las principales compañías eléctricas del planeta.

Para Musk, la nueva batería podría jugar “un papel análogo al que tuvieron los teléfonos móviles al reemplazar a las líneas terrestres”. Según augura, sería suficiente con que se instalarán 2.000 millones de sus baterías en el mundo para generar toda la energía que se consume en la Tierra. Y aunque la cifra puede parecer elevada a primera vista, basta pensar que el número de teléfonos móviles es mayor que el de los habitantes del planeta.

Por ahora, las baterías domésticas de Tesla se producirán en la misma planta de la que salen los automóviles, aunque las líneas de producción se trasladarán a la “megafábrica” de baterías de ion-litio que está construyendo en Nevada y que será la mayor del mundo. Musk anunció su construcción el año pasado, en colaboración con el gigante japonés Panasonic, para reducir los actuales precios de las baterías de los coches eléctricos, una de las principales barreras para su adopción masiva por los consumidores.

Aunque ya existen soluciones similares presentadas por otras firmas (ninguna con demasiado éxito), la Tesla Powerwall es, según sus fabricantes, la más fiable, eficiente y económica.

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