Una de las fortalezas del Content Marketing es que permite obtener reconocimiento de marca y lealtad, las cuales no se miden (al menos, no de origen) en pesos y centavos.
Pero además de la valoración cualitativa, también puede calificarse cuantitativamente lo que los contenidos relevantes le aportan a una marca. Aquí, cuatro métricas que debes considerar:
- Visitas al sitio o blog
Con todo lo complicado que resulta crear consistentemente contenidos de calidad, la mayor parte de la batalla no radica ahí, sino en que la gente los vea y se interese por ellos. En otras palabras, lo primero es que sean leídos, vistos, atendidos. Por eso, el hecho de que llegue gente a tu sitio/ blog/ canal de video ya es, en sí mismo, un indicador. Pon atención a tus estadísticas, usa analíticos para monitorear cuántos usuarios y cuántas visitas tienes en un mes, si los usuarios descargan contenido, si mantienes una curva ascendente, de cuántos digitos es tu crecimiento, qué características tiene tu comunidad, dónde está, desde qué plataforma te lee y si es afín a los valores de tu marca. Luego, analiza esa información y saca conclusiones que te lleven a la acción para eficientar tu desempeño.
- Interacciones
Para tener seguridad de que más gente no sólo te conoce sino además resuena contigo, evalúa tu impacto a través de interacciones. Esto lo puedes medir cuantitativamente a partir de likes, retweets, reposts, comentarios. Cualitativamente puedes saber qué tan relevante eres si la gente comparte contenidos contigo, se conecta emocionalmente, te vuelve parte de su cotidianeidad, además de determinar si esos intercambios generan beneficio mutuo. También es viable hacer pequeñas encuestas que te ayuden a determinar cómo te perciben y hasta crear una nube con las palabras clave que utilizan los miembros para referirse a lo que les ofreces. Y, finalmente, conforme más relevante te vuelves, la gente empieza a hacerte preguntas, pedirte recomendaciones, tomarte como una referencia obligada en tu campo. Mide eso también. Es oro molido.
- Datos de contacto
Aquí es donde realmente la labor empieza a despegar. Parte de tu contenido será gratuito en el sitio o blog, pero también puedes capitalizar lo Premium (libros electrónicos, cursos, reportes), al pedir a los usuarios su nombre y correo. Así generas una base de datos invaluable, de usuarios que ya están en la fase inicial del ciclo de compra. Esto lo puedes medir al preguntarte cuántos miembros llegan a este punto, qué porcentaje representan del total, qué crecimiento tiene este número y qué lo hace aumentar, cómo puedes rentabilizar esa información en tu caso particular.
- Ventas
Por fin, cuando un consumidor de contenido se convierte en cliente el círculo virtuoso realmente se cierra. Y vuelve a empezar. Capitaliza toda la información que puedas obtener de él o ella: qué producto o servicio compra, con qué frecuencia, qué comportamiento puedes proyectar, qué tipo de contenido debes ofrecerle para retenerlo, qué lo podría mover a comprar de nuevo. Asimismo, intenta que los clientes se vuelvan embajadores de tu marca: pídeles testimoniales de satisfacción, invítalos a crear contenido para la marca a cambio de incentivos, hazlos tus aliados.
Lo más importante, como siempre, es cuidar la calidad de los contenidos, que sean confiables y útiles, que ofrezcan valor y generen un vínculo emocional. Suerte.