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Steve Jobs lo dijo en 1994, recordando la conocida frase de Picasso: “Los buenos artistas copian. Los grandes artistas roban”.

Un profesor reconocido de la Universidad Carnegie Mellon campus Silicon Valley dio hace días este consejo poco ortodoxo: “No quieras inventar algo. Mejor copia y roba todas las ideas que puedas de China, Silicon Valley y el resto del mundo”. Se refería, según explicó el propio Vivek Wadhwa en un artículo publicado por The Washington Post, a que uno de los sellos que distinguen a esa región de California como una de las más innovadoras a nivel mundial es que tiene como religión construir sobre los logros de otros.

Explicó que hace décadas, Japón, Corea y China eran potencias de la imitación: sus productos electrónicos y de consumo eran simples copias del mercado occidental. Luego aprendieron lo suficiente para desarrollar sus propios productos de punta. “Aquí [en Silicon Valley] somos expertos en copiar grandes ideas, como seguramente saben. Y lo hacemos sin ninguna vergüenza”, apuntó. A manera de ejemplo añadió que prácticamente todos los productos de Apple incluyen características o rasgos que antes desarrollaron otras compañías. “Es muy raro que estas tecnologías se desarrollen por completo dentro de una sola empresa”. También dijo que Mark Zuckerberg no solamente creó Facebook a partir de MySpace y Friendster, sino que sigue copiando: Facebook Places es una réplica de Foursquare, el video de Messenger imita Skype, las Historias de Facebook son un clon de Snapchat y Facebook Live combina lo mejor de Periscope y Meerkat.

Añadió que en Silicon Valley eso no se llama “robar” sino “compartir el conocimiento”. Existe una gran rotación de personal y los ingenieros más cotizados pocas veces permanecen en un empleo por más de tres años: suelen irse con la competencia o crear sus propias empresas. Todo el mundo lo ve normal. Y apunta algo más: si en muchos lugares la gente es tremendamente celosa de sus proyectos de trabajo, aquí es frecuente que en las cafeterías la gente platique de lo que está desarrollando. “Los emprendedores saben que cuando comparten una idea obtienen importante retroalimentación. Ambas partes aprenden al compartir puntos de vista”.

Sin embargo, solamente copiar no es suficiente para destacar en el mercado de hoy, tan retador, concluye: las empresas deben moverse rápidamente, trabajar duro en mejorar y adaptarse a los mercados cambiantes, a las tecnologías que se desarrollan sin parar.

Me recuerda un estupendo libro que leí recientemente: Roba como un artista. Las 10 cosas que nadie te ha dicho acerca de ser creativo, de Austin Kleon, publicado en español por Aguilar. Abre con la misma idea de Wadhwa: “Nada es original. Lo que un buen artista debe entender es que nada viene de la nada. Todo el trabajo creativo surge de lo que ha existido antes […] Si nos liberamos de la carga de tratar de ser completamente originales dejaremos de intentar hacer las cosas desde cero para asumir nuestras influencias en vez de huir de ellas”.

Dejo aquí tres ideas que me resultaron muy iluminadoras del libro, en este mismo sentido de liberar la creatividad, tema que me interesa porque lo vinculo con mi trabajo como escritora:

  1. “Así como tienes una genealogía familiar tienes una genealogía de ideas. De plano no puedes escoger a tu familia pero sí elegir a tus maestros y amigos, la música que escuchas, los libros que lees y las películas que ves. De hecho, eres una mezcla de aquello que dejas entrar en tu vida” (p. 11).
  2. “Empieza a copiar lo que amas. Copia, copia, copia, copia. Cuando acabes de copiar te encontrarás a ti mismo. –Yohji Yamamoto” (p. 33).
  3. “Qué copiar es un poco más difícil. No sólo te robes un estilo, róbate el pensamiento detrás de ese estilo. No quieres verte como tus héroes. Quieres observar como ellos” (p. 36).

Me queda claro que voy a guardar en el último cajón el deseo de ser “muy original”.

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Escritora y editora con estudios en Contenidos Digitales, Universidad de Stanford. Dice que lo mejor que le ha pasado son su hija, las palabras y las pasitas con chocolate. Cree que nada conecta mejor que una historia bien contada, por eso el Storytelling y el Content Marketing son su especialidad.