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Helena Verrón

El sector inmobiliario en México está experimentando una serie de cambios que no necesariamente están contribuyendo a mejorarlo, sino por el contrario, está generando pérdida de confianza en todos los actores que lo integran.

Durante el último año y medio hemos sido testigos del ingreso al mercado de empresas digitales con grandes inversiones que compiten directamente con el modelo de negocio de los profesionales inmobiliarios, así como de alianzas estratégicas y adquisiciones de herramientas digitales por parte de sus competidores. Esto que llamamos “sismo tech” tiene graves consecuencias para los profesionales inmobiliarios, quienes no alcanzan a dimensionar del todo las repercusiones de estas acciones.

Para comprender mejor la situación, dividamos a las empresas en tres grupos:

  1. Empresas con grandes inversiones que compiten directamente con las de los profesionales inmobiliarios, las llamadas “inmobiliarias digitales”.
  2. Adquisiciones de herramientas digitales por parte de empresas competidoras, a las que llamaremos “portales”.
  3. Herramientas digitales que continúan trabajando con competidores y facilitando su inventario, a las que denominaremos “CRMs”.

Cada uno de estos grupos plantea problemáticas que afectan directamente el trabajo del profesional inmobiliario y al sector inmobiliario en general.

Y es que las empresas con grandes montos de capital que, aunque se dicen aliadas, compiten con el profesional inmobiliario, han tocado la comisión de los asesores y no han sido transparentes en sus intenciones, afectando su posición y dependencia de ellas. Por ello, considero muy necesario colaborar con competidores, pero de manera ética y respetuosa.

A su vez, las adquisiciones de herramientas digitales por parte de competidores han afectado la calidad de los contactos y pueden considerarse fraudulentas, afectando la reputación del sector. Esto afecta gravemente la imagen del profesional inmobiliario, pues el cliente que no solicita información, pero que a ellos les llega como interesado de una propiedad y se le intenta dar un seguimiento desde cero, implica una consecuencia gravísima para el profesional. Esto se ve no sólo en nuestra imagen como sector ante el cliente final, sino también tiene repercusiones legales, puesto que la Ley Federal de Protección de Datos Personales no permite tener acceso a datos de contactos personales de usuarios que no han dado su consentimiento previo para que les contacten.

Más allá de la facilidad de generar leads a través de estas herramientas que compiten con el profesional inmobiliario, se logra una mayor posición de los portales en el sector, lo que trae consecuencias negativas a su marca y continúa con la validación de estas malas prácticas, lo que sólo significará también que se privilegien las propiedades que estos portales manejan.

Por último, las herramientas digitales que han facilitado su inventario a competidores han descuidado a sus clientes y contribuido al problema. Aun sabiendo claramente el impacto que tiene facilitar su inventario a medio plazo, han decidido descuidar a sus clientes con tal de seguir vigentes en el mercado. Hoy vemos las consecuencias de esto en un descontento fuerte en todos los participantes del sector.

Como CEO de The Smart Flat, puedo decir que hemos estado atentos a estas situaciones y hemos trabajado en soluciones para fortalecer y apoyar al gremio y a los profesionales inmobiliarios. Nuestro enfoque siempre ha sido velar por el bienestar de las personas que trabajan en el sector y ofrecer herramientas necesarias para su desarrollo. Así, impulsamos el primer Clúster de Innovación y Transformación (CITI), lo que ha facilitado el flujo de información y la identificación de malas prácticas realizadas por líderes de la industria.

CITI está conformado por los presidentes de Coldwell Banker, Re/Max, Keller Williams, Quality Inmobiliaria, Reality World, y aliados estratégicos como la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios Ciudad de México, APCI, SUMA, GIZP, entre otras.

Desde The Smart Flat impulsamos herramientas clave para lograr esta transformación hacia mejores prácticas, más éticas y que generen confianza a través de nuestras distintas herramientas.

Una de ellas es Smart Connect, que es un espacio colaborativo exclusivo para profesionales del sector que hemos verificado que cumplan con las mejores prácticas, para generar confianza hacia los clientes finales. Aquí, los asesores de diferentes empresas inmobiliarias pueden conectarse con Inteligencia Artificial y compartir sus inventarios para ayudarse a cerrar de una manera más eficiente.

Otra de estas herramientas es Smart Manager, la cual está diseñada para quienes buscan una propiedad y requiere ayuda para gestionar la operación con Inteligencia Artificial, volviendo su búsqueda más organizada y ágil a través de una plataforma intuitiva.

La tercera es The Smart Flat, que es el único sitio web que utiliza Inteligencia Artificial para facilitar el trabajo de los usuarios y asesores inmobiliarios.

Si bien esta situación habría sido evitable con el apoyo de otras herramientas y jugadores, queremos transmitir tranquilidad, ya que nos hemos enfocado en generar un ecosistema y crear estrategias con grandes empresas para minimizar el impacto en los profesionales y fortalecer nuestra unidad.

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