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Con esto nos damos cuenta de que el ingenio no tiene limites con estos vehículos voladores no tripulados.

Una de las cosas más geniales de los drones es que podemos llegar a zonas complicadas y poco accesibles, incluso podemos dejar de lado las cámaras y utilizarlos como herramientas de creación, tal es el caso de este par de cuadricópteros que montan un puente a base de nudos y trenzas con cuerdas:

La longitud total del recorrido fue de 7,4 metros, y las cuerdas empleadas fueron de tipo Dyneema.

Dyneema es un material compuesto reforzado con fibras valorado en trabajos aeronáuticos, por su relación entre peso y resistencia: con siete gramos por metro, y un diámetro de solo 4 milímetros, puede soportar hasta 1.300 kilogramos. Para la elaboración del puente se utilizaron 120 metros de cuerda.

Para que toda la coreografía funcionara se creó un espacio de trabajo especialmente para drones llamado Flying Machine Arena. Cubierto de sistemas de captura de movimiento y localización exacta de los vehículos y elementos, se consiguió información para un cerebro que se encuentra fuera de los drones, y que es el que manda los comandos a realizar en cada momento.

Antes de que la construcción iniciara, el sistema realizó un estudio de los espacios, buscando puntos de anclaje y posibles conexiones, para crear el tejido de forma completamente autónoma. Los drones contaban con un sistema motorizado para soltar la cuerda que debía realizarse con la máxima tensión posible.

Fuente: xataka

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