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El descubrimiento de medicamentos es una actividad crítica para las farmacéuticas, ya que representa su principal fuente de ingresos y sostenibilidad. Sin embargo, este proceso puede tardar entre 12 y 14 años y costar más de 2 mil millones de dólares por fármaco. La inteligencia artificial (IA) está transformando este panorama al reducir tiempos, costos y riesgos, lo que resulta clave frente al inminente “patent cliff”, que podría representar una pérdida global de más de 200 mil millones de dólares hacia 2030.

En México, la IA también está ganando terreno en el sector farmacéutico. Investigadores de la UNAM, a través del grupo DIFACQUIM, han demostrado cómo la IA puede integrarse al diseño racional de fármacos, combinando modelos computacionales con experiencia humana para acelerar el desarrollo de medicamentos. Además, centros como el CINVESTAV, el INMEGEN y el CICESE lideran proyectos de biotecnología médica y genómica, posicionando a México como un referente regional en innovación farmacéutica.

Para aprovechar el potencial de la IA, las empresas deben considerar:

  1. Ubicación de los usuarios: Los científicos necesitan acceso ágil a datos y herramientas de IA, por lo que la infraestructura debe estar cerca de los centros de investigación.
  2. Origen y regulación de los datos: En México, la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (LFPDPPP) exige el consentimiento explícito para el uso de datos de salud, considerados sensibles. Además, deben almacenarse y procesarse bajo estrictas medidas de seguridad.
  3. Colaboración con socios estratégicos: La interacción con universidades, CROs y biobancos requiere conectividad segura y eficiente.
  4. Infraestructura tecnológica: Las empresas pueden optar por la nube, infraestructura local o centros de colocación. Estos últimos ofrecen entornos preparados para IA, con conectividad neutral y acceso a múltiples proveedores.

En este contexto, contar con infraestructura tecnológica adecuada es clave para que las farmacéuticas mexicanas puedan escalar sus iniciativas de IA. Empresas como Equinix ofrecen centros de datos diseñados específicamente para cargas de trabajo de inteligencia artificial, con capacidades avanzadas de cómputo, enfriamiento y conectividad. Además, su presencia global permite cumplir con requisitos de residencia de datos y facilitar la colaboración entre centros de investigación, universidades y proveedores tecnológicos. Este tipo de infraestructura puede ser un habilitador importante para acelerar el desarrollo de medicamentos en México, mejorar la eficiencia operativa y fomentar la innovación científica en el país.

“En Equinix creemos que la innovación en salud requiere una infraestructura tecnológica sólida, conectada y preparada para inteligencia artificial. México tiene el talento científico y los centros de investigación necesarios para liderar en biotecnología, y nuestra misión es facilitar ese avance con centros de datos que permitan acelerar el descubrimiento de medicamentos, proteger los datos sensibles y conectar a los actores clave del ecosistema farmacéutico, tanto a nivel local como global.”, afirmó, Amet Novillo, Director General de Equinix México.

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