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Aunque Luis Miguel haya vendido su casa en Acapulco, el puerto favorito del Pacífico sigue recibiendo a los turistas con una sonrisa tan cálida como las canciones de El Sol. Si tienes Netflix, lo más probable es que hayas visto la famosa serie basada en la vida del cantante quien, aunque tenga una madre italiana y su padre (el odioso Luisito Rey) sea español habiendo nacido en en Puerto Rico, te compartimos cinco razones de por qué consideró Acapulco como su hogar:

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  • La insuperable belleza de sus playas: Playa Bonfil, en la Zona Diamante de Acapulco, es donde el cantante adquirió un terreno de 36,000 metros cuadrados y se convirtió en vecino de importantes políticos, celebridades y empresarios. Actualmente, distintos hoteles permiten a los turistas surfear las olas, asolearse en un camastro y tener una de las mejores vistas del puerto mientras disfrutan una piña colada y la amabilidad de los acapulqueños.
  • Los grandes espacios que son un icono internacional: Ver a los clavadistas de La Quebrada hacer saltos impresionantes, visitar el Parque Papagayo con la familia o incluso caminar por el Centro de Convenciones mientras cantas “Acapulco Amor” y creas momentos inolvidables son actividades que deben de estar en tu lista de cosas por hacer cuando vengas.

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  • El sol y los atardeceres del Pacífico: Presten atención, cazadores de #Instamoments: El Océano Pacífico tiene los mejores atardeceres del mundo y Acapulco es una ubicación privilegiada para disfrutarlos. En Playa la Condesa, dentro de la Zona Dorada, verás cientos de jóvenes a la espera de este suceso, bebiendo cócteles tropicales y disfrutando de este paraíso mexicano. Disfruta de un momento romántico con tu pareja; además, logra un bronceado tan envidiable como el de Luis Miguel.
  • Es un lugar de historia y de cultura: “La Perla del Pacífico” no sólo es escenario del ascenso de uno de los cantantes más famosos de México, sino también protagonista de la historia mexicana. El Fuerte de San Diego es una edificación marítima construida en 1615. Durante la Independencia, José María Morelos lo tomó y se convirtió en albergue para muchas familias. Actualmente es un museo que exhibe la historia de México a partir de los distintos episodios vividos en el edificio.

  • Una gastronomía fusión única: Aunque caminando por La Costera te encuentres con el delicioso olor de unos tacos al pastor, los mariscos frescos de Acapulco hacen recetas increíbles como el pescado a la talla, el caldo de cabeza de pescado, calamares rellenos, tamales de pescado, almejas con chorizo, entre otros. La comida prehispánica y colonial se unen y actualizan con lo mejor de la cocina internacional en platillos que siempre están renovándose.

Consigue tu playera de “Odio a Luisito Rey” y ven con tu pareja, amigos o familia a este increíble destino. Verás cómo el único Acapulco mejor que el de Luis Miguel, es el que te está esperando para que lo disfrutes.

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