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El concepto de Inteligencia Artificial (IA) ha revolucionado el mundo de la tecnología durante las últimas seis décadas. Sin embargo, cuando entra en la escena otra idea tecnológica como es el IoT (Internet De Las Cosas), los resultados podrían cambiar para siempre la manera como interactuamos con nuestro entorno día a día.

Todo esto implica retos, avances e interesantes preguntas que habrá que contestar. La principal de ellas es: ¿podrán las máquinas inteligentes del futuro absorber conocimiento entre ellas con el objetivo de que sus programas preestablecidos evolucionen automáticamente?

El IoT y la forma como ha digitalizado al planeta

El Internet De Las Cosas se refiere al grado de interconexión de dispositivos y equipos a la red, con el objetivo de tener un control sobre los mismos para cumplir con un objetivo determinado. Éste puede ir desde un exacto manejo de inventarios hasta el rastreo del comportamiento de insectos y animales con fines de investigación científica. Incluso esta tecnología está ayudando a muchos pacientes discapacitados a cambiar sus vidas gracias a los modernos brazos biónicos impresos en 3D que además están conectados a sensores y al propio cuerpo humano a través de los nervios.

El uso del IoT implica muchas ventajas:

  • Obtención de información exacta en tiempo real.
  • Monitoreo constante de sistemas.
  • Gestión de dispositivos de forma confiable.
  • Ahorro de tiempo.

Si bien todo lo anterior es importante, el futuro se vislumbra todavía mejor como se explica a continuación.

La IA combinada con IoT: ¿la siguiente gran revolución tecnológica?

Este tipo de inteligencia está presente alrededor de nosotros en mayor o menor grado: desde los modernos televisores que responden a comandos de voz hasta los avances en robótica. Gracias a ello, no sería sorprendente que en un futuro se contara con sofisticados ayudantes no humanos en la mayoría de las oficias y centros de trabajo.

Por otro lado, al combinar la Inteligencia Artificial con el Internet De Las Cosas, el resultado obtenido responde afirmativamente a la pregunta del título: en efecto, las máquinas en un futuro podrán no sólo aprender entre ellas, sino también utilizar este conocimiento para que sus sistemas se optimicen y resuelvan problemas que ahora parecen ser muy complejos.

¿Suena imposible o poco viable? No tanto: tomemos como ejemplo la tecnología LTE Direct de Qualcomm, la que muestra cómo dos o más smartphones pueden intercambiar información entre ellos con diversos fines. Un ejemplo es el intercambio de información entre un viajero y el hotel en el que se hospedará, para dar una bienvenida informada y prepararse ante su llegada.

La IA aplicada al Internet De Las Cosas no solo permitirá que cada dispositivo recopile información y se actualice. También contribuirá a la evolución y mejora del mismo aprovechando el conocimiento adquirido y detectando posibles fallas a lo largo del proceso. Ambas tecnologías darán como resultado sistemas intuitivos que acelerarán el aprendizaje entre máquinas, permitiendo que cada una de ellas comparta segmentos de información con las otras destinados a buscar soluciones inmediatas. Los ejemplos son numerosos, e incluso algunos de ellos son ya una realidad en algunos países:

  • Edificios inteligentes con dispositivos conectados a Internet, los que regularán la temperatura del mismo, reducirán costos de mantenimiento e incluso contribuirán al cuidado del medio ambiente.
  • Máquinas automatizadas que detectarán las condiciones de salud de una persona para tomar un curso de acción determinado: ya sea bombear más sangre al corazón o cerebro para prevenir infartos, detectar lesiones en el sistema muscular para remediarlas, así como obstrucciones en el sistema digestivo para indicar el curso de acción a seguir.
  • Sistemas de cómputo que actualizarán automáticamente la nueva versión de su sistema operativo de forma rápida, sin que esto implique realizar cambios en hardware o adquirir costoso software año tras año.
  • Sensores que miden la estructura integral de puentes para saber exactamente en qué momento reemplazarlos o repararlos.

Todos estos avances tendrán lugar en un escenario dominado por tecnología inteligente inalámbrica. En otras palabras: el perfecto matrimonio entre IA e IoT.

¿Cuáles son los retos a enfrentar?

Por supuesto que hay aún elementos que necesitan ser ordenados y otras preguntas tienen que ser respondidas. Por ejemplo: ¿qué problemas de seguridad podrían surgir? Tal como sucede con los sistemas de computación actual, es de suponer que algún tipo de malware podría infectar las redes inalámbricas a través de las cuales los dispositivos comparten información. Otro aspecto a considerar es el tipo de información que las máquinas compartirán entre ellas, ya que ésta en teoría no deberá violar la privacidad de ningún individuo o sistema.

Sin duda las soluciones irán apareciendo a lo largo del camino. Por otra parte las enormes posibilidades que la Inteligencia Artificial y el Internet De Las Cosas pueden brindar en los campos de tecnología, salud, entretenimiento y comunicaciones, convertirán a este tema en prioridad para aquellas sociedades interesadas en aprovechar sus ventajas para el logro de un bien común.

¿Qué opinas? ¿Será como en Volver al Futuro?

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