Primero fue el motor a vapor, luego la producción en serie y después la incorporación de la tecnología para automatizar la producción. Hablamos de las tres revoluciones industriales hasta ahora conocidas. Pero los expertos ya se refieren a la cuarta, ¿sabes de qué se trata? Hablemos al respecto.
La industria inteligente, también conocida como Industria 4.0, tiene su origen en el desarrollo de tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial, directamente vinculada con la innovación y digitalización de los procesos productivos. Un fenómeno que se caracteriza por la fusión de lo físico, biológico y digital, de cara a mejorar la eficiencia en la producción y -lo que es más relevante aún- reconciliar industrialización y ecosistema, pensando incluso en revertir los daños ambientales hasta ahora provocados por el hombre.
¿Menos puestos de trabajo?
En la pasada reunión del Foro Económico Mundial (WEF), la automatización derivada de la robótica e inteligencia artificial llevó a los expertos a debatir sobre si estos avances podrían influir en la disponibilidad de puestos de trabajo. Al respecto, el WEF señaló que -de aquí al año 2020- hasta 5 millones de empleos podrían desaparecer, pasando a “manos” de máquinas con inteligencia artificial.
Sin embargo, para Daniel Parente -director general de MBIT School- esto será más bien una transformación de los puestos laborales, argumentando que “si bien la evolución tecnológica (…) desplazará determinados puestos de trabajo automáticos, dará lugar a un amplio abanico de nuevas profesiones que -hasta ahora- nunca antes se habían imaginado”.
Impacto medioambiental
Uno de los objetivos de la Industria 4.0 es crear fábricas inteligentes que apunten a la producción personalizada, con mayor rapidez en lo que a penetración en el mercado se refiere. Esto, sin dejar atrás la responsabilidad medioambiental, optimizando los recursos y reutilizando los desechos. La llamada economía circular juega un papel fundamental en este sentido, enfocada en cambiar el paradigma de la producción teniendo como norte el uso eficiente de los recursos basados en energías renovables, con el fin de construir un modelo regenerativo que disminuya el impacto medioambiental.
La llegada de la Industria 4.0 es inminente y debemos estar preparados como sociedad para aprovechar -de la mejor forma- las posibilidades que la tecnología nos brinda.
