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Cuando algo está bien escrito huele muy bien. Es como un perfume fino: hace que voltees hacia el lugar del que proviene y quizá sonrías para ti. A veces te recuerda a un colega que olía igual o aquella cena en la que ese mismo olor convirtió una noche en infinita. Es que los aromas tienen el poder de generar vínculos emocionales, por eso las casas que los producen invierten muchos ceros en desarrollar esencias que gusten a millones. De igual forma, en la era digital es un reto producir constantemente contenidos bien escritos, que tengan ese efecto: seduzcan, acerquen, despierten emociones. Y, de idéntica manera, el resultado no es obra del azar ni la desidia.

Si tienes un blog y te enfrentas al reto de generar textos te van a servir estos cinco consejos dados por Augusto Monterroso, autor del que es llamado el cuento más breve del mundo: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Pertenecen a su “Decálogo del escritor” y, además de precisos, son divertidos. Y es que, ¿quién tiene los mejores tips para lidiar con las palabras sino gente como él, un escritor profesional, con el oficio y el vicio de lidiar con palabras? O, si lo quieres ver así, son consejos de un experto en el arte de impregnar los textos de aromas atractivos.

  1. No sueltes el teclado

“Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre”. No es posible sentarse de vez en cuando a la computadora y esperar que el resultado tenga emoción, sea interesante y arrastre a las masas. Si quieres destacar tienes que soltar la mano todos los días, aunque no necesariamente publiques a diario. Evita a toda costa que tu teclado se oxide.

  1. Sé avaro

“Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras”. Evita desperdiciar caracteres, llenar la pantalla porque sí. Mejor comunica lo más posible en el menor espacio. Puedes combinar varias entradas cortas con algunas largas (da click aquí para leer más sobre este tema), pero llenas de sustancia para tus lectores. Y sí, evita la cómoda medianía. ¿A quién le interesa algo dicho en cincuenta palabras?

  1. Domina el trapecio 

“Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche”. Para impactar con lo que escribes necesitas dominar la técnica. En este caso, tener buena ortografía y redacción es innegociable, además de saber usar imágenes, metáforas y símiles, evitar los clichés, huir del exceso de adjetivos, explorar diferentes maneras de presentar un diálogo. Si no sabes, aprende, pero no te conformes. Tu lector no lo hace. 

  1. Respeta a tu lector

“Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea: pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él”. Muchos blogueros creen que los miembros de su comunidad son idiotas y no se dan cuenta de los plagios, la paja, la arrogancia, el mínimo esfuerzo de quien cree que hace un favor al escribir. En cambio, usa el humor y deja que quien te lee se sienta valorado. Ponle retos que pueda vencer y sentirse triunfador. No hay mejor manera de garantizar su lealtad.

  1. Persigue la zanahoria 

“Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado”. Busca distinguirte entre los millones de contenidos diarios compartidos en la red. ¿Cómo? Siendo creativo, escribiendo bien, ofreciendo contenidos que realmente agreguen valor.

Imgen: Pixabay

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