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El dispositivo llamado “Doungle” se conecta a la entrada de audio y basta con colocar una pequeña muestra de sangre en un compartimiento plástico que es insertado dentro del dispositivo para ejecutar una prueba bioquímica. Una aplicación analiza la presencia de anticuerpos de sífilis o VIH en la sangre, proceso conocido como prueba ELISA.

“Pensando en países con escasos recursos, donde el acceso a los servicios de salud es muy limitado, ésta aplicación puede ser una revolución médica”, explica el profesor de la Universidad Estadounidense Sam Sia. “Es realmente un asunto de vida o muerte, porque muchos de esos pacientes no pueden viajar largas distancias para que su sangre sea analizada y esperar los resultados, así que eso limita el que sean tratados. Y en el caso de las embarazadas, si no son tratadas por VIH o sífilis, muchas veces transmiten la enfermedad a sus hijos, o pueden llegar a morir antes de que los den a luz”.

Una investigación llevada a cabo en Ruanda demostró que esta prueba con el dispositivo y la aplicación es casi tan exitosa en la detección como la clásica.  Los investigadores consideran que a largo plazo se podría usar para detectar otro tipo de enfermedades como las de transmisión sexual, infecciosas como la malaria e incluso cáncer y diabetes.

“Mientras sean enfermedades detectables por el test ELISA, se pueden hacer pequeñas modificaciones en el sistema, y aunque no cubren todas las patologías,  sí detecta muchas. Creo que esta tecnología puede transformar el sistema sanitario”, asegura Sia.

El proyecto ha tardado 10 años en ser desarrollado y tiene un costo aproximado de $34 dólares. En comparación con el costo de un equipo habitual, esta nueva opción es más económica.

Los investigadores proponen un ensayo clínico más amplio esperando que la Organización Mundial de la Salud lo apruebe y pueda ser usado en los países en desarrollo.

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